TENGO UN 35, LUEGO EXISTO

Tengo 23 años y soy adicta a los zapatos.

Sí, queridas, ésta soy yo… Sé que muchas sufrís exactamente la misma adicción, pero lo mío es grave. No sólo tengo el deseo de querer todos los zapatos que salen en cada temporada y muchos de ellos comprarlos, por descontado…  Es que además, y aquí llega el conflicto, luego la mayoría no me los puedo poner porque me quedan grandes. Tengo un 35. Y es un problema os lo aseguro…

Llevo, no sé… desde los 15 años poniéndome tacones y al intentar no caerte con cada paso, tengo el añadido de tratar de no perder el zapato para que no me griten, como ya me ha sucedido, “¡Cenicienta!” De verdad os digo que es complicado, pero… ¡lo he conseguido! He desarrollado una habilidad bastante avanzada en llevar un número más y no torcer los tacones. Estoy orgullosa de mí misma, lo confieso.

Sé que en algunas marcas de calzado tienen el dichoso número… pero lo normal es que sean más caras como Balenciaga. Así que cuando Maripaz llegó a mi vida supuso una revolución, aunque  claro, como compro en Inditex, etc.  y veo sus zapatos, me enamoro y me llevo otro par a mi casa que, solo si consigo mantener el equilibro con ellos en su estreno, verán la luz otra noche…

Especialmente, soy adicta a los zapatos de Zara y Blanco. Los primeros por su diseño y los segundos por sus precios, así que cuando me enteré (gracias a mi amiga V) que el número 35 estaba en Blanco me puse a saltar de la alegría y me fui corriendo a la tienda a comprobar con mi mini pie si era real… y sí, ¡me quedan perfectos!

Por ello quiero dedicar mi post de esta semana a agradecer este “pequeño paso” que ha dado Blanco. A ver si Zara toma ejemplo de la competencia y se anima también… o eso, o que Kiddy´s Class saque tacones, ya como ellos vean.

Au revoir, Lo.P